Este blog la trata en clave lúdica, pero así mimo y admiro a
LA PALABRA
Digo "amor" y tú evocas
una canción, un parque,
una emoción, quizás un rostro.
Y si digo "paloma"
tus ojos se dirigen a lo alto.
Escucho de ti "luna",
o "madre", o "río",
y sé que hoy está llena, que es ternura,
y que canta el agua cuando salta.
Y decimos "milagro"
y bien puede ser ella:
sin alas vuela hacia ti con mi idea.
Y me acerca la tuya.
Tratas a las palabras con respeto y resaltas sus cualidades. les das un lugar importante y hoy las vistes de poesía. Abrazossss
ResponderEliminarHola, Ester!
ResponderEliminarAsí es, me merecen todo el respeto y me producen toda la admiración.
Un “milagro” que nos conecta con los otros.
Abrazo!
El milagro de la palabra, de esas letras que se arriman unas con otras y provocan torrentes de sentimientos. Qué bien condensas todo ello en esos versos.
ResponderEliminar.
Cordialidades
Hola, Una mirada!
ResponderEliminarEs verdad, letras agrupándose para darnos información, o ánimos, o amistad…
Qué gran invento ¿verdad?
¡Que suerte! Saber juntar adecuadamente las palabras para que formen un puzzle capaz de ser leído e interpretado a la primera.
ResponderEliminarSaludos
Desde luego, Jubi! Y ahora lo hacemos sin siquiera darnos cuenta.
ResponderEliminarCómo respirar.
Así es la palabra, es tanto o más lo que evoca que lo que describe. Besos
ResponderEliminarPues tienes razón, Neuriwoman. Y es que quien la recibe la moldea y la transforma en su mente. Así es de versátil.
ResponderEliminarBesos!
Gracias (tardías), bisílaba, por visitar mi isla de lápices y permitirme así conocer esta otra orilla donde las palabras juegan y se reinventan con humor y la inocencia de lo que tiene alma. Seguiré echando el ojo para sonreír con ellas. O disfrutar la realidad que crean. Buen poema.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Carlos, por acercarte hasta esta orilla y por tus hermosas palabras para ella.
ResponderEliminarYo no me perderé la orilla poética, esa en la que las tuyas, tus palabras, se bañan en belleza.